domingo, 23 de diciembre de 2012

LA ESFERA ARMILAR


En la entrada anterior hemos visto que en el retrato realizado por Sofonisba Anguissola del poeta Caselli  aparece una esfera armilar como atributo del personaje con el significado de conocimiento o sabiduría que es el valor que se le da a este instrumento a partir del renacimiento. 

No es de extrañar esa atribución pues pocos objetos encierran en sí tanta belleza, tanta armonía y tanto conocimiento como la esfera armilar. También conocida como astrolabio esférico, la esfera armilar, es un instrumento de observación que reproduce el modelo de la esfera celeste formada por una serie de círculos concéntricos (de donde viene su nombre, del latín "armilla", que significa anillo) que representan el Ecuador, la eclíptica, los meridianos y paralelos, dispuestos de tal manera que, una vez dirigida hacia una estrella, se podían leer sus coordenadas celestes sobre unas escalas graduadas.

La esfera representaba el universo conocido en la antigüedad, con las estrellas y constelaciones tal y como se creía que giraban alrededor de nuestro planeta que se situaba en su interior. Su mecanismo permitía estudiar el movimiento aparente de las estrellas alrededor de la Tierra. Se dice que fue inventada en Grecia en la época Helenística por el griego Eratóstenes alrededor del 255aC. De Grecia pasó a Persia, a los países Árabes y a Europa.

También se habla de un origen oriental, en China, los astrónomos Geng Shou-chang y Luo-xia Hong, en el 52 aC. construyeron otra Esfera Armilar a la que llamaron Esfera Celeste. Las esferas Chinas alcanzaron un alto grado de sofisticación, y la evolución tecnológica de estos instrumentos llevaron a la aparición, en 723, del primer reloj mecánico enteramente movido por agua de la historia. 
Sacerdote astrónomo chino, por Utagawa Kuniyoshi 

Las esferas armilares fueron utilizadas por astrónomos árabes, por Hiparco y por Tolomeo. Tuvieron un gran desarrollo en la época final de la Edad Media y en el Renacimiento, hasta llegar al astrónomo danés Tycho Brahe (1576-1601), que montó varias en su laboratorio. 
    Tolomeo por Alonso Berruguete              Una esfera armilar de Tycho Brahe

A causa de su complejidad y su utilidad desarrollada por matemáticos y astrónomos se convirtió en un instrumento de "prestigio" que se representaba en los retratos de hombres de de ciencia y de personajes públicos, como el símbolo de sabiduría y conocimiento.
Fresco de San Agustín en la Iglesia de Ognisanti en Florencia

La aparición de la esfera Armilar marcó el inicio de un nuevo camino más cerca de la razón por ello hoy  la entendemos como el esfuerzo de la humanidad por comprender y representar la bóveda celeste más allá de las explicaciones metafísicas hasta entonces disponibles.

Viajando por Portugal es habitual ver esferas armilares como elemento de decoración. De hecho podemos ver una de ellas, dorada, en la propia bandera portuguesa, ya que ha sido un símbolo nacional  desde el reinado de Manuel I de Portugal. Su significado siempre se ha asociado a la vocación marítima portuguesa, que supuso un gran impulso de la navegación y al desarrollo de la astronomía, la cartografía y las matemáticas.
La esfera armilar simboliza la potencia marítima descubridora portuguesa. 


En un reciente viaje a Lisboa, sin un ánimo especial de búsqueda nos han ido saliendo al paso esferas armilares usadas unas veces como elemento simbólico y otras como simple decoración, que hemos procurado captar. 
Palacio Nacional de Sintra 
     Claustro de Los Jerónimos   
Iglesia de San Roque - Lisboa
Imagen del matemático y astrónomo Pedro Nunes [1502-1578] 
con la esfera armilar y el compás en el Padrão dos Descobrimentos de Lisboa

Esfera  armilar en cerámica portuguesa


                                         

domingo, 16 de diciembre de 2012

RETRATO DE GIAMBATTISTA CASELLI: OTRO "ANGUISSOLA" EN EL MUSEO DEL PRADO

Pocas veces se tiene la ocasión de asistir al redescubrimiento de una pintura y a todo el proceso que conlleva: investigación, documentación, limpieza, restauración, por no hablar de lo más prosaico,  subasta, adjudicación y posterior venta a un gran Museo. He tenido la suerte de conocer el camino recorrido por una obra de Sofonisba Anguissola desde la Sala de Subastas Segre hasta su reciente adquisición por el Museo del Prado y que ahora me dispongo a compartir a través de este blog.

IDENTIFICACIÓN Y DOCUMENTACIÓN

Bajo el título "Escritor místico" la sala de subastas Segre ofrecía este lienzo (85 x 71 cm), en su subasta de pinturas del mes de febrero de este año,  catalogado como escuela italiana de finales del XVII, con un precio de salida de 1.800€.


La obra que denotaba una clara ampliación y algunos repintes debió llamar la atención del director de la galería Caylus de Madrid, que movido seguramente por indicios de una posible identificación, decide adquirirla e inicia un proceso de limpieza y restauración, además de la búsqueda de documentación que les permita ratificar su primera intuición sobre la autoría de la obra.

La galería Caylus, especializada en pintura antigua española e italiana  y en arte latinoamericano, es uno de los patrocinadores de la Fundación Amigos del Museo del Prado.

Es probable que una primera pista para su identificación pudiera derivar de la marca de colección que puede verse en la parte baja de la obra, característica de la colección Altamira, que utiliza el tipo de numeración en blanco flanqueada por dos cruces, ("Los números y marcas de colección en los cuadros del Museo del Prado" María López-Fanjul Díez del Corral y José Juan Pérez Preciado.


En 1856 el retrato aparece en el Catálogo de José Madrazo como obra de Sofonisba Anguissola procedente de la Colección Altamira, con la peculiaridad de que en el propio catálogo aparece una rectificación en relación con la identidad del personaje retratado a quien erróneamente se había considerado San Pedro por aparecer con unas llaves, resultando ser "el poeta Caselli" cuyo nombre aparece en el canto del libro que está escribiendo.

Rectificación en el Catálogo

Detalle del corte delantero del libro

Un largo camino hasta llegar a la colección de José Madrazo:


El humanista cremonés Francesco Zava menciona este retrato en 1569 hablando de la participación de las hermanas Anguissola en un  curioso conjunto pictórico cremonés: la serie de retratos de personajes ilustres que adornaban el dormitorio del canónigo Pietro Antonio Lanzoni, Il Tolentino, de la Catedral de Cremona que era una figura principal en la Cremona de la segunda mitad del S.XV, que teniendo que guardar cama por enfermedad, se rodeó de retratos de personajes antiguos y modernos. 

La importancia de Caselli como poeta y medallista, le haría merecedor de formar parte de esa colección y la realización del retrato por Sofonisba no sorprende ya que el Caselli la había celebrado en versos encomiásticos y a él se atribuye la medalla con el perfil de la artista.

Medalla de Sofonisba Anguissola (Sin reverso) British Museum

El retrato del poeta Caselli aparece en el inventario de la Colección  de Angelerio Barbó en Cremona (1614) que señala entre los cuadros "que erano prima di monsig.r Tolentino un ritratto del Casello fatto dalla sig.ra Sofonisba Anguissola"  

El cuadro vuelve a aparecer en la famosa Colección del Marqués de Leganés a mediados del siglo XVII a la que pasa probablemente por compra durante su estancia italiana en el periodo en que fue gobernador de Milán (1635-1641). En el inventario realizado tras la muerte del marqués en 1655 figura:


"257. san Pedro escriuiendo y nrª señora con su hijo y san Juan de mano de una señora Jinobesa, que fue dama de la ynfanta Doña ysabel, de 3 quartas de alto /601v/ y dos terçias de ancho"


La colección, que permaneció unida durante los siglos XVII y XVIII hasta la muerte del tercer marqués de Leganés en 1711 sin descendencia, momento en que pasa, por herencia, a los condes de Altamira, en cuyo poder permaneció hasta la ruina de esta casa a principios del siglo XIX.

En 1833 la colección fue subastada públicamente, a pesar de ello muchas de sus obras actualmente pueden disfrutarse en el Museo del Prado pues son fruto de los regalos que Leganés hizo a Felipe IV y que pasaron a engrosar la colección real.

La obra probablemente fue adquirida en ese momento por José de Madrazo [1781-1859], ya que en 1856, como sabemos, figura en su catálogo, y a su muerte es vendido junto con otros cuadros, tal como refiere F, Sacchi, en su "Notizie Pittoriche cremonesi" de 1872.

Por tanto el el periplo de la obra puede resumirse en los pasos siguientes:
  1. H.1555.- Sofonisba Anguissola realiza el retrato de Caselli  por encargo de Pietro Antonio Lanzoni llamado el Tolentino para decorar su dormitorio junto con otra serie de retratos de personajes ilustres.
  2. 1614.- Se encuentra en la colección Angelerio Barbó. Cremona.
  3. 1635-1641.- Adquirido por Don Diego Mexía de Guzmán y Dávila (h.1580-1655), primer Marqués de Leganés, probablemente durante su estancia en Milán como gobernador.
  4. 1711.- Por herencia, pasa a los Condes de Altamira, en cuya posesión se mantuvo hasta la ruina de esta casa a principios del siglo XIX.
  5. 1856.- Se encuentra en la Colección de José de Madrazo
  6. H.1860 es probablemente vendido pasando a una colección privada madrileña. 
  7. 2012- Febrero, reaparece en pública subasta (Subastas Segre). Adquisición, limpieza y restauración por Caylus.
  8. La obra es depositada en el Museo del Prado en Marzo 2012. Tras su estudio y valoración, es adquirida por Resolución del el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (Mayo 2012) por 60.000€ y asignada al Museo del Prado, donde se firma el Acta de Recepción en Septiembre 2012. 
EL PERSONAJE RETRATADO
El poeta y medallista: Giovanni Battista Caselli


Poco se sabe de la vida de este personaje, cremonés, coetáneo de Sofonisba Anguissola. Las noticias de la época le tienen por poeta, escultor y retratista. Sobre su poesía se conocen algunas composiciones publicadas por Francesco Arisi en su libro “Cremona Literata” entre las se encuentran unos sonetos en alabanza de la Anguissola. No obstante lo que parece que le dio más fama fue su faceta de grabador de medallas entre las que se encuentran la que hizo de sí mismo, la de Maximiliano Sforza y de otros personajes cremoneses, entre los que se encuentra la medalla que se le atribuye de Sofonisba, mencionada anteriormente. 


La medalla con la efigie del Caselli se encuentra en el Museo de Brescia, en este caso se sabe que es de mano del propio Caselli, por algunos versos suyos en la que la menciona. (Portrait medals of italian artists of the Renaissance. G. F. Hill). En el reverso lleva un lema: ET NVLL ASTRINGO ET TVTTO IL MONDO ABRACCIO, que puede darnos la idea del humanismo del personaje.

LA OBRA. PROCESO DE LIMPIEZA Y RESTAURACIÓN 

Como hemos comentado anteriormente, la obra en el momento de la subasta presentaba un cierto deterioro, con evidentes repintes y había sido ampliada completando algunos elementos sobre la mesa que en el original solo se veían parcialmente. La imagen obtenida por rayos x, así como una primera limpieza, permiten verificar esa primera impresión, al mismo tiempo que aparecen objetos importantes para la caracterización del personaje: libros y una esfera armilar, que habían sido cubiertos con el repinte posterior de un crucifijo:


 

Asimismo vemos como la limpieza saca a la luz un tapete rojo que sobre el que se encuentra el tintero, que es característico de muchas obras de Sofonisba y vemos como las llaves que se encuentran en primer término habían sido ampliadas al igual que el libro en que el poeta escribe, para ocupar la parte de tela que se había añadido.


La obra presenta varios elementos simbólicos que la pintora pone en relación con el personaje retratado:  la imagen de san Juan Bautista en alusión al nombre del poeta; la esfera armilar, símbolo de sabiduría, los libros también relacionados con el conocimiento de la literatura y la poesía, y finalmente las llaves cuyo significado nos es desconocido por la poca información que tenemos del poeta y que, como sabemos, dieron lugar en algunos momentos al equívoco de que fuera tomado por "San Pedro escribiendo sus epístolas".

Una vez terminado el proceso de limpieza-restauración, podemos ver la obra en plenitud tal como fue diseñada y realizada por la pintora, con todos los elementos alusivos al personaje y con la sensibilidad que la caracteriza a la hora de plasmar la personalidad de la persona retratada:



La nueva ficha de catálogo del Museo para la obra:


Nº catálogo:
 P08110
Autor/a:
 Anguissola, Sofonisba
Título:
 Giovanni Battista Caselli, poeta de  Cremona
Técnica:
 Óleo
Soporte:
 Lienzo
Datación:
 1550-1560
Medidas:
 Alto: 77,7 cm.; Ancho: 61,4 cm.
Escuela: 
 Italiana
Tipo objeto:
 Pintura
Ubicación:
 Edificio Villanueva -Taller de                    Restauración 

Ha sido para mí una gran satisfacción el haber podido conocer los avatares de esta nueva adquisición del Museo del Prado de una obra de Sofonisba Anguissola con la que probablemente la pinacoteca reúna no sólo el mayor número sino también algunas de las mejores obras de la pintora de Felipe II.

Su presentación al público podría ser una buena ocasión para realizar una muestra dedicada a la pintora y su tiempo tan ampliamente representado en el Museo del Prado, lo que podría poner en evidencia la influencia y las relaciones, hasta ahora poco estudiadas, de la pintora con otros artistas de su su época.

Agradezco a mi hijo Cano, siempre atento a lo que ocurre en el mundo del arte, que me informara sobre esta reaparición del cuadro de Sofonisba Anguissola y a Cristina Uribe de la Galería Caylus que me aportó la información necesaria para poder reconstruir el camino de la obra hasta su entrada en el Museo del Prado.


Actualización septiembre 2014
La obra restaurada y con su flamante nuevo marco, ha sido expuesta al público en la exposición La belleza cautiva. Pequeños tesoros del Museo del Prado en la sede del Caixaforum de Barcelona (Hasta el 5 de Enero de 2015). La exposición, que reproduce con ligeras variantes la que se celebró en el Museo del Prado bajo el título La belleza encerrada. De Fra Angelico a Fortuny, reúne 135 obras de pequeño formato que habitualmente no se encuentran expuestas.

El poeta Caselli en Caixaforum. Barcelona

En la presentación de la exposición, en la página web del Museo, no se hace ninguna referencia especial a la obra ni a su pintora ni a que es la primera vez que se presenta en una exposición. La única información sobre ella menciona por error que se trata de un "cuadro de devoción":

30. Giovanni Battista Caselli, poeta de Cremona
Sofonisba Anguissola
Óleo sobre lienzo, 77,7 x 61,4 cm
1557 - 1558
Cuadro de devoción



martes, 4 de diciembre de 2012

SOFONISBA ANGUISSOLA EN SIENA. UN CUADRO, DOS HISTORIAS.

La Pinacoteca Nazionale de Siena guarda una de las obras más enigmáticas de la pintora Sofonisba Anguissola. Una obra con un curioso historial tanto en lo que se refiere a su aspecto, que ha sufrido importantes variaciones a través del tiempo como en lo que se refiere a su interpretación que asimismo ha sido objeto de diversas conjeturas entre las que es difícil discernir el grado de veracidad que puedan encerrar aunque nos pueda gustar más alguna que otra.

Lo que sabemos de la obra y sus versiones hasta llegar al aspecto actual

La obra que comentamos, que se reproduce a continuación tal como hoy podemos verla, se trata de un Doble Retrato en el que vemos a un pintor que está realizado el retrato de una mujer.

El juego de miradas que parecen cruzarse entre las personas retratadas y las que imaginamos fuera del cuadro es uno de sus elementos más inquietantes; se diría que el pintor retratado mira hacia la persona real que está realizando la obra, mientras la mujer retratada mira hacia un posible acompañante situado a la izquierda de quien realiza la pintura, que bien podría ser el propio pintor retratado. Es decir, nos podemos fácilmente imaginar que las mismas personas retratadas son las que se encuentran frente al cuadro dando la espalda al espectador, reflejándose como en un espejo, pero con la actividad cambiada: en la realidad que no vemos, quien pinta es ella y quien mira es él. 

Imagen actual del "Doble Retrato" en la Pinacoteca de Siena

La obra  llegó a Siena  formando parte de la denominada Colección Spannocchi, un conjunto de obras legado a la ciudad por la homónima familia hacia 1835, que posteriormente fue incorporado a la Pinacoteca Nazionale dedicada en su mayor parte a la pintura Sienesa de fondo dorado del Trecento y el Quatrocento. 

La colección Spannocchi, dada su singularidad respecto al conjunto museístico, se encuentra separada del resto, ubicada en la tercera planta del Museo. Se trata de un grupo heterogéneo de obras, en el que predominan pinturas del del XV y XVI, del norte de Italia, además de pintura flamenca, alemana y holandesa.
Vista de la galería en la que se expone la colección Spannocchi

El Museo se encuentra  en la actualidad en el Palazzo Buonsignori e Brigidi, un edificio histórico de Siena en la vía San Pietro, 29, cerca de la catedral.
Vista del piso superior del PalazzoSpannocchi  con la línea de personajes bajo la cornisa 

El Doble retrato fue catalogado en Siena en 1852 atribuyéndolo a un “anónimo veneciano” mencionando la posibilidad de que fuera del Tintoretto o del Veronés. La atribución a Sofonisba Anguissola no se produce hasta el 1890 por G. Morelli  que identifica el personaje femenino como Sofonisba y a partir de esa primera identificación supone que el pintor que aparece en primer plano se trata de su primer maestro Bernardino Campi  con el que ella aprendió el oficio de 1546 a 1549. Considera, además Morelli, que se trata de una obra de la propia pintora cremonesa, atribución que fue incorporada al Catálogo de la Pinacoteca en 1909 y que fue apoyada posteriormente por múltiples especialistas, Dani, Bonetti, Brandi, Berenson, Torriti y Caroli. A partir de entonces se cataloga como obra de Sofonisba Anguissola, realizada hacia 1559, con el título: Bernardino Campi retrata a Sofonisba.

Es preciso señalar que es posible que estos especialistas no vieran la pintura en el estado en que la podemos ver ahora, sino que  la obra que ellos pudieron admirar, presentaba unas características bien distintas, como se puede ver en la siguiente imagen.
La obra antes de la restauración

Cuando en 1994 Rossana Sacchi describe la obra en el Catálogo de la Exposición de Cremona: "Sofonisba Anguissola e le sue sorelle", a la vista de la pintura dice:

          "El doble retrato no se encuentra en buen estado de conservación por el espesamiento de los negros debido seguramente al betún utilizado en su elaboración, que ha supuesto además la perdida de color de los adornos del vestido de Sofonisba y la caída de las veladuras como en la mano de ella, muy restaurada o en la de Bernardino en la que se constata un evidente pentimento".

Este espesor de los negros y la oscuridad general del cuadro de la que solamente sobresalen los rostros iluminados de los dos personajes y sus manos, sumado a su mal estado de conservación lleva a los responsables de la Pinacoteca Sienesa, en 1996, a llevar a cabo una limpieza-restauración integral. Cuando se está realizando se encuentran con la sorpresa de que el vestido de Sofonisba no lucía su color original sino que había sido repintado de negro. La limpieza y el levantamiento de veladuras y repintes sacó a la luz el hermoso color rojo del vestido de Sofonisba con toda su decoración y algún que otro pentimento, ahora sí más que evidente.

Esta imagen, tomada durante de la restauración de 1996, muestra no solo el rojo original del vestido, sino también el primer diseño del brazo visible de Sofonisba, con la mano hacia arriba, rectificado posteriormente en la posición que hoy puede verse sujetando unos guantes. Esta es la imagen que vio la especialista Maria Kusche cuando escribía su libro "Retratos y Retratadores" por lo que comentó que "parecía no estar acabada"

Aunque la Pinacoteca no ha publicado ningún estudio ni información sobre el proceso de restauración que ha supuesto un cambio tan importante de la apariencia de la obra al retornar a sus colores originales, cabe pensar, y así lo han manifestado algunos estudiosos, que probablemente fue la propia Sofonisba quien repintó su vestido de color negro en señal de luto por alguna persona querida.

Existe otro caso de una adaptación similar realizada por ella,  que podemos ver en el retrato de Felipe II del Museo del Prado, cambiando la posición de la mano y oscureciendo la ropa, para que pudiera hacer pareja con el de su cuarta esposa Ana de Austria (ambos en la Sala 56 del Museo del Prado), tal como Maria Kusche dedujo del análisis radiográfico realizado por la especialista del Museo, Carmen Garrido en 1990.
Felipe II por Sofonisba Anguissola MNP y radiografía del mismo

Así pues, en cuanto a la apariencia de la obra se refiere, conocíamos tres imágenes de la misma y a falta de explicaciones que pudieran dar razón de esas diferencias ha sido necesario acudir directamente al Museo para ver in situ la apariencia actual de la obra, (siempre es bueno tener una excusa para viajar a Italia), lo que ahora me permite poder entender la evolución de la obra hasta la imagen actual que luce los colores originarios que pintó su autora:

Una vez analizada la evolución de la imagen pasemos a la interpretación, de la que se pueden extraer, al menos, dos historias:

La Historia generalmente aceptada 

Desde el momento en que Giovanni Morelli identificó el personaje femenino de la obra, como la pintora cremonesa Sofonisba Anguissola y le atribuyó su autoría, suponemos que buscó entre los personajes masculinos que rodeaban a la pintora antes de su venida a España, que además tuvieran la característica de ser pintores, para identificar al retratado. Entre los posibles se decantó por su primer maestro: Bernardino Campi lo que significaría que Sofonisba habría hecho una demostración de maestría a su propio maestro, haciéndole ver que había finalizado su aprendizaje. 

Esta interpretación resulta plausible toda vez que tiene un antecedente de similares características. Me refiero al retrato que ella pintó de su maestro de miniatura Giulio Clovio una vez concluidas las lecciones que éste le dio en Parma. En esa ocasión, Sofonisba pintó el magnífico retrato del maestro colocándole en la mano izquierda la imagen en miniatura se dice que es la efigie de una de sus discípulas y en la derecha un fino pincel, como colofón de su aprendizaje.

Giulio Clovio por Sofonisba Anguissola

Pero hay una diferencia entre una y otra historia que entiendo fundamental para la interpretación:

En el caso del retrato de Giulio Clovio estamos hablando de una acción inmediatamente posterior al aprendizaje. Sofonisba recibe sus lecciones y antes de despedirse del maestro le hace el retrato mencionado, seguramente como regalo de agradecimiento por la enseñanza recibida.

En el caso de Bernardino Campi, cuando la pintora realiza el Doble retrato han pasado unos diez años desde que terminó su relación de aprendizaje con el maestro, que había discurrido entre 1546 y 1549 en su Cremona natal, desde que ella tenía unos trece años hasta los dieciséis, aproximadamente. Es lógico preguntarse porqué iba la pintora a acordarse tan tardíamente de su maestro y representarlo, pasado tanto tiempo, sin tenerlo a la vista, con ese aire de complicidad que parece desprenderse de los retratados.

Quienes consideran que el retratado es Campi sostienen que Sofonisba debió mantener el contacto con el maestro todo ese tiempo y como prueba de esa relación aducen el contenido de una carta que se conserva de Sofonisba de 1561 estando ya en la corte española, en la que contesta a una petición que le hace Campi de que le envíe un retrato del rey.

Por mi parte considero que la carta demuestra lo contrario, es decir, pone en evidencia la falta de relación con su primer maestro, tal como se refleja en el siguiente fragmento de la carta que no suele ser publicado:

    "Muy Magnífico Señor Bernardino: 
Hace unos días recibí carta de su Señoría que me complació mucho por saber de su salud y de la de su esposa, a la que amo como a una queridísima hermana, y no viviré contenta hasta que efectivamente le demuestre que la quiero; He escrito varias cartas a su Señoría y nunca tuve respuesta alguna, ni tampoco recibí carta alguna de su Señoría hasta ésta que me ha entregado el caballero Sechi.

Vemos en la carta como ella le contesta con mucha amabilidad pero no deja de hacerle el reproche de su falta de respuesta a lo largo del tiempo. Si pensamos que Sofonisba y su hermana Elena convivieron casi tres años con la familia del pintor en su etapa de aprendizaje, no sorprende que ella les profese un gran cariño, especialmente a su mujer, Anna Longaroni, con la que el trato debió ser estrecho, y se sienta dolida por la falta de comunicación del pintor en todo ese tiempo. El final de la carta anterior muestra el conocimiento que la pintora tiene de la familia de Campi:

...le beso la mano así como la de su querídisima y muy honorable esposa a la que tanto amo y a su madre la Señora Bárbara, y a su hermana la señora Francesca y a su padre el Señor Pietro.  
                  En Madrid a 21 de octubre de 1561.  De su afectísima discípula.  Sofonisba Anguissola 

Resulta evidente que dada la fama que ha alcanzado la pintora, por la cual es requerida por el mismo Santo Padre para que le envíe un retrato de la reina Isabel, el antiguo maestro intenta aprovechar el ascendiente que tiene sobre ella para solicitarle el envío de un retrato del Rey.

Es poco probable que dada esta evidente falta de relación entre ellos, solo un par de años antes la pintora hubiera querido rendirle un homenaje retratándose junto a él. Además, es de sobra conocido que Sofonisba pinta siempre del natural y, como hemos comentado, la falta de relación con su maestro hace difícil que éste pudiera haberle servido de modelo o que ella pudiera adaptar su recuerdo al momento en que realiza la obra.

Por último quedaría la cuestión del parecido físico del personaje del Doble retrato con el maestro Campi. Aquí hay que decir que apenas se conservan retratos de Campi del que únicamente tenemos referencia a través de un grabado de J. Cavalli de 1774 (que algunos consideran que precisamente tiene su origen en el cuadro de Sofonisba) y de un personaje que aparece en un cuadro del Chiaveghino que es considerado por algunos como el retrato de Bernardino Campi.

Comparación con el grabado de Cavalli y con la imagen del Chiavellino

Aunque no dispongo de elementos suficientes que me permitan descartar de un modo absoluto que la identidad del retratado sea la del maestro Campi, entiendo que existen suficientes elementos en la historia y diferencias para poder pensar que no se trata de la misma persona. 

La otra historia 

Algunos especialistas han afirmado que el pintor que aparece en el Doble Retrato no es Bernardino Campi, como supuso Caroli, sino Orazio Vecellio, hijo de Tiziano, a quien Sofonisba Anguissola habría podido conocer en Milán, cuando se hallaba invitada por el gobernador español, el Duque de Sessa, preparando su viaje a la corte española a petición de Felipe II. De hecho hay constancia de que tanto ella como él pintan en ese momento el retrato del Duque, aunque no se conoce el paradero de tales retratos,

Sabemos que Orazio Vecelio, residente en Venecia, fue a ver al Duque de Sessa para realizar gestiones en nombre de su padre en relación con el cobro de deudas de algunas obras y con la pensión que Carlos V le asignó a su padre. Conocemos esta estancia en Milán de Oerazio en la que coincide con Sofonisba a través de una carta que Tiziano dirige a Felipe II, en la que le cuenta con gran detalle que Orazio había sido objeto de un intento de robo y asesinato por parte del escultor Leone Aretino (en referencia a Leone Leoni, natural de Arezzo), que previamente le había invitado a vivir en su casa.

Venezia 12 giulio 1559
                                       ... Esta pasada Cuaresma, Orazio, su   servidor, mi hijo,  fue en mi nombre a Milán a donde había sido llamado  por el duque de Sessa, no pudiendo ir yo por estar entonces medio enfermo y, lo que es más importante, por estar ocupado en las pinturas de su majestad...
Tiziano Vecellio

Algunos investigadores consideran que es seguro que Sofonisba y Orazio Vecellio se conocieron en esa época, apuntan incluso la posible existencia de un romance entre ambos pintores y la posibilidad de un intercambio de retratos en el que cada uno pintaría al otro, por lo que además de "Vecellio pintando a Sofonisba" existiría una obra titulada "Sofonisba pintando a Vecellio" de la que en la actualidad nada sabemos, aunque se dice que una obra de esas características ha sido descrita entre las que se quemaron durante el incendio del Alcázar de Madrid en 1734.

Pero tampoco podemos garantizar la verosimilitud de este romance pues si nos atenemos a la información que sobre él nos da G. Cadorin, biógrafo de Tiziano,  afirma que Orazio podría estar ya casado:

   "Se casó en 1547, si hemos de dar crédito a una carta de Aretino (1547, abril), pero se ignora de hecho la condición de la esposa. Cierto es que no tuvo hijos porque habrían obtenido la herencia paterna...". 

Por otra parte, al igual que ocurre con Campi, hay pocas imágenes de Orazio Vecellio que nos puedan servir de referencia o comparación. Existe un retrato que puede corresponder a esta época en una obra de Tiziano que se encuentra en el Palazzo Pitti de Florencia. Se trata de la representación de la Virgen de la Misericordia que cubre con su manto a todos los miembros de su familia Vecelio, entre los que podemos distinguir a Orazio con barba y bigote, con características semejantes a la imagen que muestra la obra de Sofonisba, aunque por supuesto no suficientes para avalar su identificación.
Comparación Orazio Vecelio (det. Misericordia de Tiziano) con el personaje del Doble Retrato

Lo que es seguro es que en el tiempo que Sofonisba y su familia pasan en Milán invitados por el Duque de Sessa, la pintora alterna con los artistas allí residentes que rivalizarían por dar muestras de sus habilidades artísticas. Tenemos noticia de que allí conoce al escultor Leone Leoni, que le hace una medalla con su efigie, y a través de él entraría en contacto con su su hijo Pompeo, con el que más tarde coincidirá en España.
Medalla de Sofonisba h.1559 BM Londres

La especialista Maria Kusche considera realizado por Sofonisba el retrato del hijo del escultor que se ha venido atribuyendo a El Greco con escaso fundamento. Un interesante retrato que habría realizado ya en España del que hablaremos en otra ocasión.
   Pompeo Leoni por Sofonisba Anguissola (Atrib.)


En cuanto a Orazio Vecelio, sería también posible que su relación en el tiempo en que realizan los retratos del Duque de Sessa, hubiera podido plasmarse en el cuadro que comentamos, tanto si hubo entre ellos una amistad o cualquier otro tipo de relación o incluso podríamos hablar de una contienda pictórica tan habitual entre los pintores renacentistas.

En todo caso el futuro de ambos estaba marcado hacia distintos caminos, Sofonisba está atada por el compromiso contraído por su padre nada menos que con el rey de España, lo que constituye un destino irrenunciable; Orazio, por su parte, se ha convertido en la mano derecha de Tiziano, que a pesar de su avanzada edad no cesa de aceptar encargos en los que la participación de su hijo le es imprescindible, por lo que probablemente no cabría ni siquiera plantearse la posibilidad de marchar.

La conservación de la obra

Al tratarse de una obra de carácter personal, es probable que ella la hubiera conservado, al menos hasta realizar el repinte en negro del vestido, que bien podría haberse llevado a cabo con ocasión de la prematura muerte de Orazio Vecelio en 1576 a causa de la peste, el mismo año de la muerte del su padre.

Sea cual sea la historia que se esconde detrás de esta obra, lo cierto es que se trata de un magnífico cuadro, con unas características singulares dentro de la obra de la artista cremonesa, en el que refleja la maestría que ha alcanzado en el diseño y composición de obras. Probablemente habrá que esperar a Velázquez para encontrar en pintura el juego especular que podemos admirar en este Doble Retrato de Sofonisba Anguissola.


Mi agradecimiento a Tommaso Romeo por su ayuda en la traducción de la carta de Sofonisba.


Ver ACTUALIZACIÓN - Agosto 2016

domingo, 18 de noviembre de 2012

PINTORAS EN EL MUSEO DEL PRADO IN & OUT (II) EN EL ALMACÉN

No podemos decir que los almacenes del Museo del Prado guarden una cuantiosa obra de mujeres, pero sí que varias de las obras de pintoras que en ellos se conservan han estado durante décadas expuestas al público y hoy se encuentran relegadas a la oscuridad del almacén, saliendo algunas de ellas de vez en cuando a cubrir huecos dejados por obras que el Museo cede a otras exposiciones (lo que ocurre con cierta frecuencia. Ver entrada: Cambios en Sala 56.)

Las relación de pintoras cuyas obras se guardan en el almacén en la actualidad comienza con las hermanas Anguissola y son las siguientes:

LUCÍA ANGUISSOLA
(Cremona 1540c-1565)


Lucia era la segunda de las cinco hermanas de Sofonisba Anguissola,  que a diferencia de Elena que la acompañó en su aprendizaje con el maestro Campi en Cremona, formaba parte del grupo de hermanas que aprendieron la pintura de la propia Sofonisba. Todas ellas fueron artistas siguiendo la estela de la hermana mayor y alguna de ellas dejó, como en este caso, algunas obras notables

Su muerte prematura, a decir de la especialista Maria Kusche, nos privó de una pintora prometedora, tan buena al menos como lo fue su hermana.


Retrato de Pietro Manna, médico de Cremona. [P016] 

Pintado hacia 1557, es la única obra que el Museo del Prado posee de esta artista, que fue enviada a España por su padre durante la estancia española de Sofonisba, (1559-1573) quizás con la esperanza de que pudiera correr la misma suerte que ella. Se ha dicho que el personaje podría ser su abuelo materno, aunque también se ha apuntado que lo más probable es que fuera un médico amigo de la familia. Vasari, que vio la obra cuando visitó a los Anguissola en Cremona, la alaba en Las VidasLucia firmó su cuadro en el brazo izquierdo del sillón como hija de Amilcar y adolescente. La obra pasó a formar parte de la Colección Real. 


A menudo podemos ver la obra expuesta en el Museo sustituyendo al Felipe II de Sofonisba Anguissola mientras éste último viaja por distintas exposiciones.


SOFONISBA ANGUISSOLA 
(Cremona 1532c-Palermo 1625)

Aunque en este caso no estamos ante una de las obras de Sofonisba Anguissola es preciso hacer una breve mención a un retrato que guarda estrecha relación con ella.

El retrato de Isabel de Valois [P1030]
Juan Pantoja de la Cruz, Retrato de Isabel Valois según Sofonisba Anguissola

La obra en cuestión es el retrato realizado por Juan Pantoja de la Cruz de la tercera esposa de Felipe II, la francesa Isabel de Valois ya que se trata de una copia de tres cuartos del retrato de cuerpo entero que había realizado Sofonisba Anguissola por encargo del papa Pío IV, hoy desaparecido.

El original de Sofonisba fue copiado en muchas ocasiones tanto por Sánchez Coello como por Pantoja de la Cruz, pero tan solo la copia que realizó Rubens fue fiel al original ya que la hizo de cuerpo entero.  Esta obra no siempre se guarda en el almacén pues se expone con frecuencia para cubrir el préstamo de alguna otra obra del grupo de Retratos relacionados con la figura de Felipe II.

Finalmente el Museo guarda en su almacén otra obra de Sofonisba Anguissola de reciente adquisición.

Retrato de Giovanni Battista Caselli, poeta de Cremona, [P08110] 

Obra adquirida en Mayo de 2012 por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte por 60.000€ a la Galería Caylus y asignada al Museo del Prado en Septiembre de 2012 tras su restauración. La historia de esta obra y su entrada en el Museo del Prado puede leerse en otra entrada de este blog.

Sofonisba Anguissola. Retrato de Giovanni Battista Caselli, poeta de Cremona, [P08110] 


MARGARITA CAFFI
(Milán, c.1650-1710) 

Pintora barroca italiana especializada en la pintura de bodegones de flores y frutas. Son pocos los datos ciertos que se conocen de la biografía de esta pintora. Firma alguna obra como vicenzina, que aunque algunos han querido ver una alusión a su posible ciudad de origen, Vicenza, lo más probable es que tal apodo se le asignara por el nombre de su padre, Vincenzo Volò, pintor de naturalezas muertas.

Se casó con Ludovico Caffi, pintor especializado en la pintura de flores, de quien tomó el nombre. Trabajó para los grandes duques de Toscana, los archiduques del Tirol y la corte española, donde era muy estimada como demuestran las continuas menciones y las numerosas obras conservadas en museos y colecciones españolas, como la Academia de BBAA de San Fernando, el Palacio de la Granja de San Ildefonso o el Museo del Prado. Desarrolla un estilo propio, de pincelada ligera y toques luminosos sobre sombras en la realización de sus ricos floreros. En Milán creó una escuela de naturalezas muertas. 

El Museo del Prado cuenta con cuatro obras de esta pintora italiana de las que tres se encuentran en el almacén.
Rosal en flor [P3997] óleo sobre lienzo, 152x196cm. 
  Florero, [P2779] óleo sobre lienzo, 104 x 65 cm.
  Florero, [P2778] óleo sobre lienzo, 104 x 65 cm.  


LOUISE DE LINIERS
(n. París, 1864)

Louise de Liniers, de soltera Louise Courbot, es una pintora francesa. Fue alumna de J. L. Brown y de Barcias, especializándose en la pintura de bodegones y animales. Expuso en el Salón de París desde 1889 y obtuvo medalla de plata en 1921. Las dos pinturas que guarda el Museo del Prado fueron donadas por la marquesa viuda de Cabriñana en 1894.
 Pájaros, [P3740] y [P3741] óleos sobre lienzo, 32 23 cm, firmados. 


TERESA MADASÚ Y CELESTINO
(Zaragoza, 1848 - Madrid 1917) 

Pintora, dibujante y litógrafa. Nacida el 13 de mayo de 1848, hija de Antonio Madasú y Tomás, funcionario que es destinado a Linares donde Teresa se educó y realizó sus primeros dibujos, aunque a pesar de su buena predisposición la familia no tenía medios para proporcionarle un profesor de dibujo. En 1871 el Sr. Madasú quedó cesante, trasladándose a Madrid, donde Teresa y sus tres hermanas se dedicaron a la costura para ayudar a la frágil economía familiar. En 1873 recibe su primer encargo de dibujante para una obra sobre antigüedades artísticas que editaba José Gil Dorregaray. 

Cuando el Conservatorio de Artes abre una cátedra pública de dibujo para señoritas, bajo la dirección del profesor José Vallejo, Teresa asiste a las clases y realiza una serie de 22 dibujos ganando con ellos diversos premios y su publicación por el Ministerio de Fomento. Ello le anima a matricularse en la Escuela Especial de Pintura de Madrid al tiempo que seguía realizando copias de objetos del Museo Arqueológico, para El Museo Español de Antigüedades de Dorregaray. Al mismo tiempo colabora en diferentes publicaciones como La Ilustración Católica (5.5.1878) donde publican su dibujo de la escultura El mendigo Lázaro de Alcoverro.

"El mendigo Lázaro, fotografía de Laurent, dibujo de Teresa Madasú, grabado A. Carretero".

Aprende a litografiar y empieza a copiar fósiles que son publicados por la Comisión del Mapa Geológico. Obtuvo una pensión del Ministerio de Fomento y fue premiada en distintas exposiciones a las que presentó sus dibujos, acuarelas y litografías. Su nombre aparece entre los copistas del Museo del Prado en el mes de junio de 1875.

Hacia 1876 se casa con Joaquín Avellaneda y Rico, un farmaceutico de Cieza (Murcia), inspector de Hacienda, y en 1880 finaliza sus estudios en la Academia y continua colaborando en diversas publicaciones hasta 1888 en que es nombrada profesora de "Dibujo con aplicación a las artes y a la industria” en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, proyecto educativo creado en 1870 por Fernando de Castro político y pedagogo de ideología krausista, que ofrecía a las mujeres de clase media la oportunidad de tener acceso a la enseñanza de una profesión. Teresa se incorpora a la  Sección de Dibujo y Pintura que se había creado en 1883. Tenían una estrecha relación con la Institución Libre de Enseñanza con la que compartían buena parte de su profesorado.  En el diario La Correspondencia de España de 30 de Diciembre de 1897 se informa de que ha obtenido el primer premio de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, ciudad en la que fallece en 1917.

(Información extraída en parte del artículo de Eugenio Maffei “Trabajos geológicos. La señorita doña Teresa Madasú” en El Imparcial, 8 junio 1874, del blog de Fernando Alcolea, "Mujeres Pintoras" y del Padrón Municipal de Madrid de 1890.) 

El Museo del Prado conserva una única obra de esta pintora que es la copia del retrato del político y escritor Melchor-Rafael de Macanaz y Montesinos (Hellín, Albacete, 1670-1760) que fue Fiscal General en la corte de Felipe V y Ministro Plenipotenciario con Fernando VI; en la imagen sostiene un plano con la reforma urbana de la ciudad de Xátiva (Valencia), llamada San Felipe en el siglo XVIII.
Melchor de Macanaz (copia) Óleo sobre lienzo. H.1877 MNP

MARIETTA ROBUSTI "LA TINTORETTA"
(Venecia, c1554-1590)

Hija de Jacopo Robusti y por ello también conocida como 'La Tintoretta", aprendió a pintar en el taller de su padre. Carlo Ridolfi, biógrafo del pintor, cuenta que a pesar de ser ilegítima era su hija preferida y acompañaba a todas partes a su padre, vestida de chico.

Se casó con un orfebre y joyero, Mario Augusta, aunque siempre permaneció cerca de su padre. Lamentablemente nunca fue reconocida su obra en vida. Hay diversas fuentes que que hablan sobre su  muerte prematura sin ofrecer demasiados detalles.

  Autorretrato? [P381]         Joven Veneciana [P383]           Dama veneciana [P400] 

En el Museo del Prado se conservan tres retratos de dama*, uno de los cuales podría ser un autorretrato. Marietta nunca recibió encargos públicos que le permitieran demostrar sus dotes de artista. Se especializó en pinturas de pequeño formato, principalmente retratos de uso privado. Muy pocas obras pueden serle atribuidas con seguridad.

*El silencio del Museo sobre esta pintora es clamoroso, ya que apenas ofrece información alguna sobre ella y la mayor parte de las referencias que tenemos son ajenas a la institución.


ROSARIO WEISS Y ZORRILLA
(Madrid, 1814 - 1843)

Hija de Isidoro Weiss, y de Leocadia Zorrilla Galarza, hacia 1820 pasó a vivir, junto a su madre y su hermano con Francisco de Goya en la Quinta del Sordo y en 1824, cuando Goya se exilia en Burdeos, se traslada con su madre a vivir de nuevo con él y empieza a tomar lecciones de pintura del maestro. 
En 1828, tras la muerte de Goya, siguieron viviendo un tiempo en Burdeos donde asistía a clases de dibujo y pintura y a la escuela gratuita de Pierre Lacour, pinstor discípulo de David, donde aprendió a litografiar. Tras la amnistía de 1832 para los  delitos contra Fernando VII, Rosario, junto a su madre y hermano, vuelve a Madrid y se incorpora a las actividades del Liceo Artístico y Literario tras su creación en 1837 y también estuvo ligada a la Academia de Bellas Artes de San Fernando donde participa en exposiciones presentando copias de obras de Murillo, Velázquez  o Goya. 

En 1839 es nombrada académica de mérito. En 1842 accede al puesto de maestra de Dibujo de Isabel II y su hermana la infanta Luisa Fernanda, probablemente gracias a la intervención de su tutor, Argüelles, aunque a causa de su mala salud murió al año siguiente sin haber cumplido los treinta años.

Su memoria siempre ha estado ligada a la de Goya, de quien se dice que era hija aunque nunca ha podido documentarse tal relación. Sus obras se encuentran repartidas en diversos museos e instituciones y una buena muestra de sus dibujos se encuentra en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid y en la BNE. El Museo del Prado conserva de esta artista el Retrato de Los Duques de San Fernando de Quiroga.

R. Weiss, Retrato de Los Duques de San Fernando de Quiroga. H.1833 MNP P04660

El Museo del Romanticismo posee una litografía de la misma obra realizada por Rosario Weiss, mientras el Museo del Prado posee una pequeña obra de Rafael Tegeo con los mismos personajes aunque con un fondo paisajístico. Se dice que ambas obras son versiones reducidas de un supuesto retrato de gran formato realizado por Tegeo del que no se conoce el paradero.
Rosario Weiss. Litografia. Mª Luisa de Borbón y Joaquín de San Fernando. MROM
R.Tegeo, Retrato de Los Duques de S. Fernando de Quiroga. H.1833 MNP P05975


CATARINA YKENS
(Amberes 1659-1737)
Pintora flamenca. Sigue la vocación pictórica familiar, ya que es hija de Jan Ykens y sobrina del bodegonista Frans Ykens, quien a su vez era sobrino de Osias Beert I. Su nombre aparece registrado en la corporación de San Lucas en 1687.

Cultivó la pintura de naturaleza muerta, principalmente la de flores, género entonces considerado menor. Su obra conocida es escasa. Durante décadas, en los sucesivos catálogos del Museo, figuraron dos obras de Catarina Ykens que en la actualidad se atribuyen a Daniel Seghers. En su lugar hoy se registran otras dos obras de esta autora, una de las cuales se encuentra en el almacén y otra forma parte del Prado disperso.
Obra en el almacén: Guirnalda con paisaje, [P1902] 
Firmado Catherina Ykens fecit, en el ángulo inferior izquierdo. Procede de la Colección Real. Aranjuez.

JULIA ALCAIDE MONTOYA
Gijón, 1885-1939


Su formación artística comienza en en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid en la que pronto destaca en las diferentes técnicas pictóricas como el óleo, la acuarela o el pastel. Se relaciona en el ambiente cultural madrileño artistas y escritores como Benito Pérez Galdós o Emilia Pardo Bazán.

Aunque se especializa en bodegones, floreros y escenas de caza y paisajes, también realiza interesantes retratos, como su propio autorretrato (a la izquierda) una excelente obra que se expone en la Casa Museo de Jovellanos de Gijón.

Se la considera como pionera de las pintoras asturianas. Participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, siendo galardonada en diversas ediciones. Concurrió por última vez a una exposición en 1935, el año en que cumplía los ochenta años.
Julia Alcaide Montoya. Frutas, firmado, 1911 [P06346].
Legado testamentario de la autora al MAM, 1940

EMILIA CARMENA MONALDI
(Emilia Carmena de Prota) 
Madrid 1823 – 1900 

Nacida en Madrid el 5 de abril de 1823, Emilia era hija del empresario Juan Escribano Carmena y de Luisa Monaldi Mancini (+ 1875). Las primeras noticias que conocemos de su actividad artística datan de 1844 año en que presenta sus obras a la Exposición de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. La crítica, firmada por Eugenio Ochoa, dice que “presenta varias copias que son mejores que sus retratos”  (Semanario de Palma 1844 noviembre 14).

En 1845 el escritor Antonio Flores la menciona en sus crónicas de Viajes por las provincias vascongadas, que se publican en el diario El Laberinto y en las que se reproducen algunos de sus dibujos.
            “Sentada en aquellas peñas y con la paleta en la mano, vimos más de una vez a nuestra apreciable compatriota la señorita doña Emilia Carmena, a cuya amabilidad debemos el poder ilustrar estos artículos con algunos de los muchos dibujos que, después de su viaje a las provincias Vascongadas, enriquecen hoy el estudio de tan distinguida joven.” 
Emilia Carmena Monaldi “Viajes a las provincias vascongadas. El Laberinto, 1 enero 1845.  

También participa en las actividades del Liceo Artístico y Literario exponiendo algunas de sus obras. (El Heraldo 21 de junio de 1848). En 1850 fue nombrada Pintora de Cámara, (La Patria 23/4/1850, p.4). Patrimonio Nacional, conserva en el palacio de Riofrio una copia de la Mona Lisa, copia de la obra de taller existente en el Museo del Prado y en la Granja de San Ildefonso una copia de la Virgen del Pez de Rafael. También pertenece a Patrimonio Nacional su Retrato de Infante muerto representando al Príncipe de Asturias que apenas vivió unos minutos y que también fue retratado por otros artistas como  José Roldán, Gómez CrosFederico de Madrazo
Copias: la Virgen del Pez de Rafael (1846) y la Mona Lisa, (1847) copia del MNP
Emilia Carmena. 1850 Retrato de infante muerto. PN.

En la misma fecha es designada maestra de pintura de las infantas Cristina y Amalia, hijas de Isabel II (La España 9 de abril 1850). El archivo del Museo del Prado conserva la Carta que envía en 1851 al director del Museo de Pinturas, José de Madrazo, por la que solicita los cuadros números 129 y 130 para que sean copiados por la infanta doña Amalia. (Caja : 352 / Legajo: 18.06 / Nº Exp: 21 / Nº Doc: 8). Según el catálogo de José de Madrazo de 1856 se trata de dos obras de la Escuela Napolitana, una de carácter religioso y un Bodegón.

Se casa en torno a 1853 con Alejandro Prota y Boasi (1826-1899), siciliano de Paternò (Catania), afincado en España, secretario honorario del rey y apoderado general del Duque de Berwick y de Alba. Fruto de ese matrimonio nacerá su única hija Isabel Prota y Carmena (1854-1928) que sera apadrinada por Isabel II Francisco de Asís y que con el tiempo se convertirá en una famosa compositora de música religiosa.

Cuenta Carmen Pescador del Hoyo en su artículo La colección de cuadros de las Dominicas de Loeches, (Anales del Instituto de Estudios Madrileños, nº 24, 1987) que en 1853 visitó el convento Emilia Carmena con su marido, en su condición de apoderado del duque de Alba y luego escribió: "Vi su hermoso templo desnudo, dolor me causó su vista y el no poder remediar los males causados por la invasión francesa" y ya que no podía devolver los cuadros expoliados decidió dedicarse a pintar obras para cubrir los huecos dejados, empezando por una gran Inmaculada para el altar mayor que entrega como regalo al convento en 1854. A partir de entonces de forma continua va realizando obras que va entregando de forma generosa al convento ya que no acepta pago por ellas. Convierte el convento en el principal destinatario de su actividad artística hasta el final de sus días, sumando un total de 52 pinturas, según consta en la relación que ella misma realiza en 1880. Falleció en Madrid el 25 de mayo de 1900.
Emilia Carmena, Retrato de su madre Luisa Monaldi. Convento de Dominicas de Loeches 
(Reprod. en Pescador, Carmen. Art. citado Nº 202 de la relación de cuadros) 
En el IPCE figura por error como retrato de la pintora, con el apellido Carmona.  
Emilia carmena, Santa Catalina, IPCE

(La información biográfica procede en parte del artículo de Carmen Pescador mencionado, de la página de Fernando Alcolea dedicada a Mujeres Pintoras, además de otras fuentes diversas como el Padrón municipal de Madrid, la hemeroteca BNE o Biblioteca Virtual de Prensa Histórica - MECD) 

La obra del Museo del Prado: Retrato de Juan Antonio Martínez.[P05938]
Emilia Carmena Monaldi.  Retrato de Juan Antonio Martinez Alcobendas, 1864 MNP

La obra aparece fechada y firmada y su atribución actual proviene de la transcripción realizada en su momento de la firma, por la que se indica la autoría de un inexistente pintor llamado Emilio Carmona de Rota, de quien se afirma que "se tienen escasas referencias biográficas".

La realidad es que no existe referencia biográfica alguna relativa a ese presunto autor, salvo la propia auto-referencia del Museo. De acuerdo con la descripción que figura en el “Prado Disperso, Obras depositadas en Zaragoza - Addenda Obras en el Museo de la Rioja” (Boletín del Museo del Prado nº 34 de 1995) la firma y la fecha aparecen abajo a la izquierda´

La firma y la fecha aparecen efectivamente abajo a la izquierda, aunque la imagen de que disponemos no nos permite una correcta visualización. El Museo informa de que la inscripción que figura es la siguiente:

Emilio Carmona de Rota fecit en Madrid en 1864

Considero que la transcripción es errónea (a falta de constatación a la vista de la obra, actualmente en el depósito del museo), y considero que debería ser:

Emilia Carmena de Prota fecit en Madrid en 1854

Ello supondría la adjudicación de la obra no a un pintor sino a la pintora nombrada, Emilia Carmena Monaldi también conocida como Emilia Carmena de Prota.

En cuanto al personaje representado

En el cuadro aparece otra inscripción arriba a la izquierda sobre una columna enmarcada en una especie de escudo que dice: El excmo Sôr Don / Juan Antonio Martinez / Año de / 1822. El Museo no aporta ninguna información sobre el mismo.

Tras la correspondiente búsqueda se puede afirmar que se trata del Mariscal de Campo Juan Antonio Martinez Alcobendas y Varela (Madrid 1769-1825) que fue Gobernador General de las islas Filipinas entre 1822 a 1824, y que muere en 1825 precisamente en el viaje de retorno de las Islas después de haber cumplido su mandato, tal como se recoge en el Índice de personas nobles y otras de calidad que han estado en Filipinas 1521 – 1898, publicado por W. E. Retana en el Boletín de la RAH, tomo 76 (junio 1920).

Se da la circunstancia de que este personaje, Juan Antonio Martínez Alcobendas, era descendiente directo del célebre arquitecto madrileño Juan de Villanueva, ya que era nieto de su única hija, Paula Villanueva Moraza.

Con esta obra se incorpora una pintora más a la nómina de mujeres que integran la colección del Museo Nacional del Prado.

El Museo del Prado ha estudiado y aceptado la propuesta y lo ha reflejado en la Galería Online donde puede verse desde hoy, 22 de Junio de 2018

La inscripción, una vez revisada por parte del personal técnico del Museo, se transcribe en la Galería Online que muestra lo siguiente: 
En la parte izquierda del cuadro, sobre una columna, aparece la inscripción "El Excmo Sr Don Juan Antonio Martinez Año de 1822". Más abajo, en la parte inferior de la columna, firmado y fechado: "Emilia Carmena de Prota Fecit en Madrid 1854"


ELISABETH-LOUISE VIGÉE LEBRUN
París, 1755 - 1842

Pintora y retratista francesa. Nació en 1755 en París en el seno de una familia burguesa artística. A los 12 años perdió a su padre Louis Vigée, retratista en colores pastel, que fue su primer maestro. Su madre, Jeanne Massin, volvió a casarse con Jacques-François Le Sèvre con el que la pintora no tenía buena relación. En 1776 se casa Jean-Baptiste P. Lebrun, pintor y comerciante de arte, sobre todo por poder abandonar el hogar familiar.

Ya en su adolescencia pintaba retratos de manera profesional y a los 15 años tenía su propio estudio. Adquiere gran fama como retratista de muchos miembros de la nobleza francesa lo que le valió para ser invitada en Versalles para retratar a la reina Mª Antonieta, a quien gustó tanto el retrato que le hizo que le encargó muchos otros. Al inicio de la revolución francesa se ve en la necesidad de exiliarse con su hija Julie, por su cercanía a la monarquía, trasladándose primero a Italia y después a Rusia obteniendo grandes éxitos y siendo aceptada en las correspondientes Academias.

Regresó a Francia durante el reinado de Napoleón I aunque mantuvo su actividad viajera yendo a Inglaterra donde pintó entre otros a Lord Byron. Publicó sus Memorias en 1835 y vivió finalmente en París hasta su muerte en 1842. 

El Prado posee dos obritas (37 x 27 cm. c/u), realizadas al óleo sobre tabla, probablemente copias de obras realizadas por ella. Su presencia en el catálogo del Museo de Pedro Madrazo de 1843 nos habla de una temprana entrada en la colección, en el entorno de su fecha de fallecimiento. Estuvieron depositadas en el Museo de Lugo hasta 1989 y desde entonces se encuentran guardadas en el almacén en espera del estudio que asegure o descarte su autoría y que permita, en su caso, su salida al exterior.
María Carolina, esposa de Fernando IV de Nápoles[P5832] 
En el Museo Condé de Chantilly existe una copia de tamaño similar (35 x 28cms.) a la del Prado, de la que se dice: "Copia de un original de 1791 que estuvo en la colección Maiello y fue destruido por el fuego en 1940".  
Princesa María Cristina Teresa de Borbón[P5833]
En el Museo de Capodimonte (Nápoles) existe la probable versión original de este retrato pintada al óleo sobre lienzo que triplica su tamaño (121.5 x 92.5 cm) 
               
CONDESA DE LAS NAVAS (Carmen Pizarro Ramírez) 
Lucena, 1814 - Gibraleón, 1882

El Museo Prado conserva una marina pintada al óleo sobre hojalata de la que se dice ser autora la Condesa de las Navas. La obra pertenecía a la colección de pinturas que Dionisia Vives y Zires, duquesa viuda de Pastrana que donó al Museo en 1889.

De las mujeres que han ostentado el título de Condesa de las Navas entre su fecha de creación (1795) y la fecha de la donación de la obra (1889), Carmen Pizarro Ramírez, la cuarta condesa, coincide con el nombre señalado por Ossorio y Bernard en su Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, en donde figura la reseña de una pintora llamada Dª Carmen Pizarro, de la que se informa que "Contribuyó en 1840 con un cuadro al óleo de su mano, para la rifa que tuvo efecto con objeto de aliviar la situación del pintor Esquivel, ciego a la sazón", para poder costear una posible operación en el extranjero. Cabe pensar que esa obra hubiera podido ser adquirida por la condesa de Cuba (más tarde Duquesa viuda de Pastrana), que frecuentaba los círculos culturales madrileños y asistía regularmente al Liceo Artístico y literario. Esta coincidencia en el tiempo ha llevado a pensar que estamos ante la misma persona de la que es posible rastrear su memoria a través de diversos documentos y reseñas de prensa de la época.

Carmen Pizarro Ramírez era hija de Luis Pizarro Ramírez (1800-1855), militar y después diputado (se dice que era descendiente del conquistador Francisco Pizarro) y de Juana Ramírez Rico (1816-1847) segunda condesa de las Navas, de quien Carmen heredará el título. Las ideas progresistas del padre les llevaron en ocasiones al exilio, uno de los cuales en Francia duró diez años. Estas estancias influyeron en su formación haciendo de ella una dama de elevada cultura y refinamiento. 

En 1836 contrajo matrimonio en Madrid con Juan Gualberto de Quesada y Silva, conde del Donadío de Casasola, (Santiago de Chile, 1795 - Málaga 1837) quien moriría al año siguiente siendo gobernador de Málaga, asesinado por amotinados progresistas. Viuda y embarazada, Carmen dio a luz en Valencia a una niña, Juana Gualberta, que heredaría ambos títulos. En 1860 recibe la distinción de la Banda de la Real Orden de Mª Luisa, junto con otras damas de la alta sociedad madrileña, como la condesa de Valencia de Don Juan, Adelaida Crooke (1863-1917), también pintora e implicada en aventuras culturales como la creación del Instituto que lleva su nombre.

La obra, pintada sobre una plancha de hojalata, de pequeño formato: 0'25 x 0'31 cm., representa una escena de playa con unos personajes en tierra en primer término, que muestra un colorido inusual que podría ser debido al efecto del paso del tiempo sobre el material y la pintura empleada.
Carmen Pizarro Ramírez - Condesa de la Navas. Marina 
(El nº escrito en rojo,186, corresponde al inventario de obras de Dionisia Vives, debajo el 979 que se le adjudicó al entrar en el Museo, que finalmente se ha cambiado al P03699)


MARIANA DE LA CUEVA Y BARRADAS
(Guadix - Granada, 24.2.1623 - d.1688)

Una reciente adquisición (2017) ha venido a incorporar un nombre más al elenco de  pintoras del Museo del Prado. La obra adquirida es de de la granadina Mariana de la Cueva y Barradas y se trata de una versión del San Francisco en meditación del Greco. Tanto la entidad vendedora (Albalarte) como el propio Museo del Prado aluden a Palomino ("El museo pictórico y escala óptica" 1715) como referencia para identificar a la pintora. 

Mención de la pintora en la obra de Palomino

Mariana, es hija de D. Pedro de la Cueva Benavides caballero de la orden de Calatrava y Juana María Barradas, ambos de Guadix. A juzgar por los datos de la tabla genealógica de la RAH tiene solamente una hermana de nombre Catalina. 
Tabla genealógica de la familia de la Cueva, señores de Jarafe. (S.a.) RAH

De las dos hermanas, una, Catalina, se dedica a la vida religiosa ingresando en un convento de de Guadix, probablemente las comendadoras de Santiago, mientras que Ana María contraerá matrimonio en Granada -para lo que realizará las pruebas correspondientes en 1636- con Diego Ostos de Zayas, del hábito de Calatrava, tal como figura en el documento consultado. El nombre del marido no coincide totalmente con el que Palomino menciona, "Francisco de Zayas" ni consta en los documentos consultados que Mariana tuviera tres hermanos "Cavalleros de Abito" de la orden de Calatrava, como afirma el tratadista.

La obra: San Francisco en meditación 
Mariana de la Cueva Barradas. San Francisco en meditación H.1646
Imagen restaurada (2020)

Mariana de la Cueva sigue el conocido modelo de San Francisco en meditación de El Greco: en su obra vemos al santo de cuerpo entero que se encuentra arrodillado ante una imagen escultórica de Cristo crucificado que se apoya en una calavera en posición horizontal, sobre una piedra que cumple la función de pequeño altar en la que también vemos un libro de oraciones de gruesas tapas con dos cierres, uno de ellos abierto. La luz ilumina el rostro y las manos del santo cruzadas en el pecho, manteniendo los dedos en una posición que nos resulta bien conocida del pintor de Creta.  En la esquina inferior derecha aparece el papel con la firma  que, por mantener la fidelidad al modelo, reproduce en primer lugar el nombre del pintor griego e inmediatamente debajo el de la autora.

A pesar de que la imagen no permite distinguir de un modo nítido toda la inscripción, es posible leer en la parte superior del papel al menos el nombre "Dominicos"que indudablemente corresponde al del pintor griego. En la parte inferior se puede ver la firma de la pintora y la fecha de realización:
D. m ana de la cueba / y barradas fac / año de 16[6]4
Sobre la primera "m" aparece un signo de abreviatura por lo que ha de entenderse como "maría".

Habrá que esperar a que el Museo del Prado culmine la tarea comenzada con la adquisición de esta obra y su restauración y lleve a cabo el correspondiente estudio técnico de la misma, así como las investigaciones que nos lleven a saber algo más de esta singular pintora. 


CATERINA CHERUBINI
(Caterina Cherubini Preziado- Roma, h.1720-1811)

Aunque su apellido parece indicar un origen italiano su marido, el pintor Preciado de la Vega, (Sevilla, 1712 - Roma, 1789), dice que pertenecía a una "familia oriunda del reino de Aragón". Se casó con el pintor y tratadista español que vivió la mayor parte de su vida en Roma como encargado de los pensionados españoles que acudían a Roma a estudiar. Con él aprende a realizar miniaturas, y pequeñas pinturas al óleo con las que alcanza cierta notoriedad lo que le permite obtener ingresos que ayudan a la economía familiar. 

Es recibida como Académica de Mérito por la pintura en tres Academias, San Luca (Roma),  San Fernando (Madrid) y en la Academia de Bolonia y también en la literaria de los Arcades de Roma. El matrimonio Preciado-Cherubini coincide en Roma con otros grupos familiares como los Mengs, los Subleyras y otros en los que alrededor de un pintor ya establecido, sus hijas, esposas o hermanas realizan un aprendizaje que les va a permitir dedicarse a la pintura e incorporarse a las Academias de Bellas Artes. 

Las obras que Caterina envía a España son muy bien acogidas y la hacen acreedora de una pensión de 3.000 reales anuales concedidos por Carlos III con la condición de que envíe a la corte copias de de obras de pintores italianos como Guido Reni, Rafael o Corregio, lo que ella realiza habitualmente incluso tras la muerte del rey en 1788. 

La obra: Santa Inés. 
Catherina Cherubini, Santa Inés. P004699 
 Óleo sobre lámina de cobre 24,5 x 18,5 cm

Se trata de una pequeña pintura sobre plancha de cobre representando a Santa Inés, hasta ahora considerada de autor anónimo, que entró al Museo el año 1973 formando parte del legado de Consuelo Rocamora Menéndez

La justificación de la atribución a la pintora deriva de una inscripción en su reverso: "Regalo en Roma de D.a Catha/lina Preziado dí 7 de Sept.e de 1769". Tal inscripción "vincula" la persona a la obra aunque no necesariamente acredita su autoría pues no se trata de una firma sino de una anotación. 

Este tipo de pequeñas obras eran realizadas tanto por ella como por su marido, de quien se conocen obras similares. En la obra escrita de Preziado titulada Arcadia pictórica, el artista andaluz manifestaba que realizaba miniaturas que le servían “para introducirme con honor en los gabinetes de los príncipes”

A pesar de las dudas, Damos la bienvenida a que Caterina Cherubini sea incluida en el elenco de pintoras del Museo del Prado por lo que significa de dar visibilidad a una artista que reúne todos los requisitos para poder formar parte activa de un capítulo poco conocido de la historia de las pintoras que desarrollaron su actividad en la Roma del siglo XVIII. 


Hasta aquí la información disponible sobre la presencia de mujeres pintoras que se guardan en el almacén, que cierro con una relación actualizada de las pintoras y dibujantes del Museo del Prado y con una relación de las principales fuentes de información utilizadas.


Actualización Marzo 2018 
Se han incorporado a la relación de pintoras del Museo del Prado, Julia Alcaide Montoya  (Almacén), Antonia Ferreras Bertrán  y Nelly Harvey, (Dispersas) anteriormente en el MNCARS.

Actualización Junio 2018
Se ha incorporado a la Relación de Pintoras en el Almacén del Museo del Prado, a Emilia Carmena Monaldi (o Carmena de Prota), hecho que nos alegra especialmente porque supone añadir una pintora, hasta ahora oculta, con una obra adjudicada a un inexistente pintor. Por otra parte como resultado del continuo proceso de incorporación de obras a la Galería Online hemos podido actualizar datos en relación con levantamientos de depósitos realizados que han supuesto algún cambio de situación de obras dispersas que han vuelto al almacén del Museo. 

Actualización abril 2019  
                Se ha incorporado a pintora Mariana de la Cueva Barradas del Siglo XVII, tras la adquisición de la obra San Francisco en meditación por el Museo.
                
   Actualización septiembre 2019          
Se han incorporado las obras de Rosa BonheurCabeza de león (El Cid) y Angelica Kauffman,  Anna von Escher van Muralt [P02473] a la exposición permanente, por lo que ambas han pasado a formar parte del grupo PINTORAS CON OBRA EXPUESTA. Se ha incorporado la pintora Carmen Pizarro, Condesa de las Navas con una obra en el almacén.

Fuentes de información consultadas
La información de este artículo parte de una primera relación de Mujeres artistas en el Museo del Prado realizada por la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales MAV. http://www.mav.org.es., ampliando la relación de artistas con las pintoras del Prado Disperso.
  • Galería online del Museo del Prado
  • Enciclopedia Online del Museo del Prado
  • Catálogos del Museo del Prado desde 1829 que se encuentran disponibles en la web del Museo.
  • Notas al Catálogo del Museo del Prado de Jose Antonio Gaya Nuño en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones T.58, año 1954 [Págs.100-142]
  • Boletines del Museo del Prado (en lo relativo al Prado Disperso) 
  • Informe del Tribunal de Cuentas 2003 sobre fiscalización del Museo Nacional del Prado, ejercicio 1998.(Suplemento BOE 25.4.2003)
  • Las miniaturas en el Museo Nacional del Prado. Madrid, 2011. Carmen Espinosa
  • Dona i art a Espanya. Artistes d’abans 1936. Tesis doctoral. Vicent Ibiza i Osca
No hubiera sido posible completar la documentación de esta entrada sin la colaboración de mi hijo Emiliano Cano,  que nunca se da por vencido en la búsqueda.

MÁS INFORMACIÓN SOBRE PINTORAS EN EL MUSEO DEL PRADO en

Pintoras en el Museo del Prado In & Out I  (EXPUESTAS) 

Pintoras en el Museo del Prado In & Out III  (MINIATURISTAS Y DIBUJANTES)

Pintoras en el Museo del Prado In & Out IV (DISPERSAS)